El cuidado de nuestro planeta tierra se puede hacer con una alimentación sostenible.
La alimentación sostenible no es solo respetuosa con el medio ambiente, sino que también permite ser solidaria con los agricultores, ganaderos, pescadores y productores de alimentos de nuestro entorno geográfico más cercano.
En muchos países, actualmente la crisis económica ha golpeado la economía de las familias, muchas de ellas priorizan el precio sin tener en cuenta la salud y el medio ambiente.
vegetariana no solo para para mejorar la salud, sino también para un mundo sustentable.
Cada vez es mayor el número de adeptos a la alimentación vegetariana y se acompaña con un aumento en el número de consultas de pacientes que siguen esta forma de alimentación, el propio paciente se acerca en busca de orientación sobre los posibles riesgos nutricionales, que implica dejar de consumir uno o más grupos de alimentos considerados primordiales por su riqueza en nutrientes.
Hacia aproximadamente el año 1950 la alimentación vegetariana era considerada.
Una forma de alimentación riesgosa para la salud, en la actualidad ha sido respaldada por trabajos científicos y ha recibido el aval de la Asociación americana de dietistas (Craig WJ y Mangels AR 2009)
“Las dietas Vegetarianas adecuadamente planificadas, son saludables,
nutricionalmente adecuadas y proporcionan beneficios para la salud en la
prevención y el tratamiento de determinadas enfermedades”
Diferentes formas de alimentación vegetariana
Existen además formas más estrictas de alimentación Vegana
Vegetarianos estrictos o Veganos: consumen sólo alimentos de origen vegetal. No consumen ningún alimento de origen animal.
Ovovegetarianos: consumen huevo además de los alimentos de origen vegetal. No consumen lácteos ni ningún tipo de carne.
Lactovegetarianos: consumen leche y derivados lácteos además de los alimentos de origen vegetal. No consumen huevo ni ningún tipo de carne.
Ovolactovegetarianos: consumen tanto huevo como leche y derivados lácteos además de los alimentos de origen vegetal. No consumen ningún tipo de carne.
Crudívoros o Alimentación Viva, los seguidores de esta forma de alimentación dan mucha importancia a la máxima conservación de los nutrientes, ya que consideran que casi todos los alimentos pueden consumirse crudos y que nutrientes tan importantes como la vitamina C, la tiamina y el ácido fólico son termolábiles.
Frutarianos: consumen exclusivamente los frutos de una planta. Esto no significa que consuman sólo frutas, sino que basan su alimentación en alimentos que no destruyen a la planta misma para ser obtenidos.
Por ejemplo, incluyen frutas frescas y secas, semillas y sus aceites, y algunas verduras como tomate y pepino, No incluyen lechuga o zanahoria.
Algunos frutarianos también incluyen granos y legumbres.
Otras formas de alimentación menos estrictas son:
La alimentación vegetariana ofrece una serie de ventajas, entre las cuales se encuentran:
Semivegetarianos: consumen, además de huevo, lácteos y alimentos de origen vegetal, algún tipo de carne, usualmente pollo y/o pescado, pero no carnes rojas.
Flexivegetarianos: basan su alimentación en alguna forma de alimentación vegetariana, si bien incluyen ocasionalmente cantidades reducidas de carnes tanto rojas como blancas (Whitney EN y Rolfes SR, 2011). No hay un margen claro sobre la cantidad de carne consumida para ser considerado flexivegetariano, pero sí debe estar presente el objetivo de minimizar el consumo de carnes, basados principalmente en el creciente aval científico sobre los beneficios de la alimentación vegetariana.
Menor aporte de grasas saturadas y colesterol
Mayor aporte de carbohidratos complejos (almidón) y fibra
Mayor aporte de ácidos grasos omega 6
Mayor aporte de antioxidantes y fitoquímicos
Menor densidad calórica.
«La Alimentación Viva pregona el consumo de alimentos crudos o deshidratados, utilizando temperaturas no mayores a 42 grados, con el objetivo de minimizar las pérdidas de nutrientes y de enzimas digestivas propias de cada alimento»
Entre las desventajas que presenta esta forma de alimentación, podemos mencionar:
La alimentación vegetariana ofrece una serie de ventajas, entre las cuales se encuentran:
Predominio de proteínas de bajo valor biológico
Predominio de proteínas de baja disponibilidad
Bajo aporte de ácidos grasos omega 3
Bajo o nulo aporte de vitaminas D y B12
Bajo aporte y biodisponibilidad de calcio, hierro, fósforo, zinc, yodo
Bajo aporte de riboflavina.
Menor aporte de grasas saturadas y colesterol
Mayor aporte de carbohidratos complejos (almidón) y fibra
Mayor aporte de ácidos grasos omega 6
Mayor aporte de antioxidantes y fitoquímicos
Menor densidad calórica.